En diciembre arrancaba la campaña de sementera para los cereales de primavera. La mejora varietal de las semillas certificadas permite una mayor flexibilidad del ciclo de siembra, que en el caso de los cereales de ciclo corto, se extiende hasta finales del mes de febrero, ya que al contrario que las variedades invernales, no necesita vernalización.
Aunque tradicionalmente se han empleado más las variedades invernales porque se demostraban más productivas -siendo la sementera tardía algo meramente coyuntural-, el cambio climático y las mejoras genéticas han empujado a los agricultores a reservar alrededor un 30% de sus parcelas para la siembra de cereales de ciclo corto, según declaraciones de Esteban Martínez, presidente de Asaja Burgos, para un reportaje publicado originalmente en el diario El Mundo.
En líneas generales, una cebada puede alcanzar en torno a un 80% del nivel de productividad de un trigo. Sin embargo, en España, donde la cosecha de cereales es mayoritaria con una media de seis millones de hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura, la cebada representa alrededor de un 40% de la superficie cultivada debido a su buen asentamiento en gran variedad de climas.
La mejora varietal de las nuevas cebadas primaverales -con un mayor margen de mejora frente a las variedades invernales- podría estar acortando estas diferencias productivas entre el trigo y la cebada, tal y como demuestran los ensayos de nuevas variedades, donde los datos arrojados por las cebadas de ciclo corto son cada vez más prometedores. Un buen ejemplo de ello sería la cebada Planet.
Cebada Planet, una de las variedades de ciclo corto más productivas
Destinada a producción maltera y certificada por la industria cervecera, la cebada planet es una de las variedades más destacadas en campos de ensayo debido a su alto perfil productivo, su precoz espigado y una elevada calidad sanitaria. Al igual que la Planet, la cebada Chronicle también destacada por una elevada calidad maltera, ofrece una gran resistencia a enfermedades, un ciclo de espigado y maduración medio – precoz, además de ser seguro de una gran cosecha, al dar lugar un grano de gran calibre con alto contenido proteico.
Calendario de siembra
Aunque dependiendo de la zona climática, el mes de febrero es uno de los mejores meses del año para la siembra de cebadas y trigos tardíos, debido a que las temperaturas son menos extremas que en los meses de invierno, sin ser demasiado elevadas. Para la segunda sementera, lo ideal es optar por variedades de ciclos vegetativos cortos, que permiten desarrollar el grano en un menor tiempo, coincidiendo el brote de las mismas con las sementeras de invierno.
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